
Las existencias suponen en torno al 20% del total del activo de las empresas nacionales. Esta cifra es todavía más significativa si tenemos en cuenta que en el promedio se incluyen empresas del sector servicios, las cuales apenas tienen inventarios reflejados en sus balances. Por lo tanto, las existencias constituyen un activo circulante crítico para la mayor parte de las empresas, que debe ser cuidadosamente planificado y controlado por las repercusiones que puede tener para la rentabilidad, liquidez y fiscalidad de la empresa.
La
importancia de las decisiones relativas al inventario se deriva de la
obligación de
coordinar las necesidades de producción, marketing y finanzas en lo
que se refiere a la cantidad óptima de inventario. La dificultad de las
mismas reside en que de forma habitual dichas
necesidades son totalmente contrapuestas, lo que obliga a adoptar
una solución de equilibrio.
Podemos
definir el inventario como un conjunto de artículos acumulados o
almacenados en
espera de una posterior utilización, es decir, de una posterior
demanda. La principal función del mismo es adecuar un flujo de
producción y un flujo de demanda de diferente frecuencia
temporal.
Según
su naturaleza podemos distinguir entre inventario de productos
terminados, de
materias primas, de productos en curso de fabricación o
semiterminados, de material de envasado y embalaje, etc. Y de acuerdo
con su categoría funcional, es habitual distinguir
entre:
a) * Inventarios
de Ciclo. En la mayoría de las ocasiones no tiene sentido producir o
comprar artículos a medida que van siendo demandados, sino que lo
habitual es lanzar órdenes de pedido de un tamaño superior a las
necesidades del momento, dando así lugar a un inventario que es
consumido a lo largo del tiempo. Este inventario recibe el nombre de
inventario de ciclo, ya que se presenta periódicamente, dando lugar a
una pauta de comportamiento
cíclica.
b) * Stocks
de seguridad. Constituidos como protección frente a la incertidumbre de
la demanda y del plazo de entrega del pedido, con ellos se trata de
evitar la inexistencia de inventarios en un momento dado y la
consiguiente parada del proceso productivo o insatisfacción de la
demanda del cliente.
c)
*Inventarios
Estacionales. Su objeto es hacer frente a un aumento esperado de las
ventas, por ejemplo, en un supermercado se observa un
incremento de la demanda de helados en verano o de turrones en
Navidades.
d) * Inventarios
en Tránsito. Se denomina así a los artículos que están circulando
entre las diferentes fases de producción y de distribución, como,
por ejemplo, entre el almacén de productos terminados y un almacén
regional de distribución, o entre distintas fases del
montaje.
Evidentemente,
en la mayoría de las ocasiones un mismo artículo presentará situaciones
de
inventarios que corresponden a varias de estas categorías
funcionales, puesto que un inventario de ciclo también puede serlo
estacional y además de seguridad, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario